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domingo, 3 de octubre de 2010

"BLANCASTETAS", DOS ENANITOS Y PIPPA SIN CALZAS NI CORTAS NI LARGAS.



(Es continuación de "Los amantes de Dublín" o "Blancastetas y sus dos enanitos".)

IMPORTANTE: NINGUNA DE LAS ESCENAS SEXUALES ES REAL. TODO ES FICCIÓN E IMAGINACIÓN. Armando H. Prieto Sust: El Autor.

...

Habíamos dejado a "Blanquis-Tetas-Todo-Expuestas" dando, con sus mullidas mamas, servicio de almohada a su malherido y asustadizo prometido quien, apoyado, desaparecido y anulado por entre las montañas lisas de su Lisa adorada, no percibía que su tierna muchachita me estaba dando una fabulosa puesta en escena con sus dos formidables actores "pechocolgantes", haciendo tan amena mi ejecutoria médica como ajeno lo hacíamos estar a él al toque de humor que, con el desenfado de "Blanqui", las apariciones de sus "Nanis", mi complicidad para con todos y el despiste involuntario del príncipe, todos menos él estábamos disfrutando.

La última ocurrencia de "la Lisa" para enfatizar las actuaciones de sus extrovertidos "nanis", había sido limpiarlos de los restos brillosos de "Maybelline" ante mis ojos, dedicándome expresamente la ceremonia, reclamando además mi solidaria ayuda para perseguir a los "brillitos" por todas las expuestas superficies de aquellas pulidas y suaves tetas que, desenfadadas y expuestas, interpretaban a dos de los enanitos liliputienses de Blancanieves en cuyo personaje la "pechulinda" Lisa se divertía, exhibiendo aquellas lomas en las narices de su supuesto "dueño" mientras él ni de una micra se enteraba.

Conteniendo las risas que le provocan sus propias ocurrencias, Blanqui se ha puesto a limpiarse ante mis ojos "su delantera" de los restos del Maybelline brilloso que por ahí le quedaba. En ese empeño, sostiene el pezón con la otra mano, lo estira, le da la vuelta, lo sacude, se lo vuelve a estirar, y ahora lo suelta, para que el rebote los libre aún más de "brillitos". Lo hace tan natural y pausadamente, que yo me he detenido brevemente a asistirla, y le voy señalando adónde hay algún destello.

_ ¿No es eso que brilla aquí, uno de ellos?_, le digo, mientras señalo, casi rozo con el dedo y me acerco.

_ ¡Ah, sí!. Gracias, doctor... ¿Alguno otro...?-- y expone los dos a mi inspección, que más la divierte.

_ ¿Qué pasa?, ¿de qué hablan?. --pregunta Jimmy, sin asomar la cabeza.

_ Restos de cristales pequeñitos en tu herida, cariño. --le suelta ella, que casi no puede con sus risas de niña traviesa.

_ ¡No los toque, doctor!. No haga nada hasta que esté anestesiado. Porque me dará anestesia, ¿sí, doctor..?

Muerto de miedo está su alteza, que no piensa salir de su escondite por ahora. Lisa, que lo ha captado y se aprovecha del asunto, sacude sus bellezas contra la cara de su amado que, como tiene la banda suelta del escote de por medio, no se entera, y ella más se divierte y más las muestra.

_ No te preocupes, hombre. Ya está lista la anestesia, y no pienso hacerte nada sin ella. _lo tranquilizo, y él agradece.

Demasiado para Lisa, que se muere de las risas y de las ganas de seguir mostrando tetas.

_ Ya está, _se escucha la voz de Chris, mi secretaria noruega, que viene hablando desde la pieza contígua.

Lisa parece no haberla escuchado, hablándole como está en ese instante a Jimmy.

_Tienen un buen seguro, así que lo que quieras_, me sigue diciendo Chris, refiriéndose a "Lord Jimmy de Liliput". Ya, cuando me pregunta: "¿Puedo ayudarte en algo...?", ha entrado a la pieza, y ha visto qué fachas gasta nuestra clienta. Me mira asombrada, aunque se nota que le hace gracia, porque abre la boca divertida y se ha puesto, muy risueña, a disfrutar de la "situation given".

Lisa, al descubrir su presencia, ha hecho un ademán inicial como de querer cubrirse, pero Chris le ha dicho, con un gesto de su mano: "No te cortes"; y con un destello de sus ojos y con sus labios sonrientes, le ha comentado:"Mi amiga, ¡qué tetas tienes...!".

La princesa parece haber caído en cuenta y disfrutarlo, porque ahora las expone también a la consideración de la recién aparecida belleza nórdica que funge como secretaria recepcionista nocturna en esta empresa médica.

Tal vez por aquello del "por si acaso...", Lisa le ha hecho a Chris un sonriente gesto de "silencio" con su dedo entre los labios, mismo dedo con que luego señala a Jimmy. Mi asistenta comprende que "Blanqui" lo que pretende decirle con aquellos gestos es que le gastamos una broma a Jimmy...

Eso se comprende sólo de vernos. Otra cosa es que trague la píldora entera y así, sin agua...

Parece que no, porque mientras afirma con la cabeza, no sabe si posar los ojos en las tetas irlandesas o en el bulto antillano de mi pantalón, que se frota descaradamente con su culo, restregándose la barra sin "miserias" cartesianas por sus nalgas, mientras me va diciendo:

_ No sabía yo que fueses tan caliente... ¡Tan serio que pareces...!. --con un gracioso acento noruego en su castellano, del que abusa para que nuestros clientes no le entiendan qué me dice.

Tampoco sabe Chris si va a terminar de posar su mano izquierda por entre el bulto hendido de su vulva (que sufre la despiadada opresión del pantalón de servicio), o en la punta de sus pezones, que los alcanza cuando viene subiendo con su mano desde el bulto bajo, para subir a las cimas por debajo de la blusa. Con la izquierda, ha comenzado a "echarme una mano" (nunca mejor dicho) por la bragueta del pantalón y, cuando le queda tiempo, me ordena las ampollas de anestesia, las pinzas, el "porta", y el hilo de suturar.

"Blancastetas" se ha dado cuenta de nuestras buenas relaciones laborales, (casi a la par que yo, que soy el primer sorprendido por la reacción de mi asistenta), y ya no se busca más "brillitos" que limpiarse en los pezones: Se los está amasando para mí y para Chris, así, sin más...

_ ¿Por qué me haces esto?. ¡Eres malo, y voy a castigarte!. ¿Alguien te ha hablado de mis debilidades sexuales? ¿Quién te ha contado?--susurra Chris cerca de mi oído, al tiempo que la apertura de la bolsa que resguarda una pinza de disección, le sirve de pretexto para seguir con esa mano hasta apretarme un güevo.

_ Yo no he hecho nada... Se ha dado así, y nada más... _ le digo a Chris y la frase me sirve para ahogar un quejido en honor a mi ovoide medio rozado... y también rosado.

_ Pues vamos a suturar. Yo te ayudo, doc... _me ha dicho ahora Chris con sospechosa amabilidad, mientras da, compasiva, un masaje con sus nalgas deliciosas en los huevos que acaba de recién destrozar casi, que me sirve de alivio a mí y, además, de aliento al entusiasmo de mi barra, del que ya había hablado antes.

Mi barra, que Chris ha instalado en perfecta concordancia con el recorrido de la costura de su pantalón, anda ahora ahogada en la depresión de la raja de sus poderosas nalgas. Se la recuesto bien y ella se la acomoda con graciosos movimientos de sus caderas, dedicados sin duda a la dureza que intenta resguardar en el calorcito de su hendidura, pero tampoco quedan dudas de que le dedica su bailecito también a Nieves. Ella le ríe la gracia sin cortarse y mucho menos se corta al dedicarnos unos apretoncillos suyos en los "uniojos" rosados de sus "nanis", unas miradillas maliciosas con destellos de sus ojos grises, y unas sonrisillas contenidas, con perceptibles mordidas a sus labios, a los que ella se ocupa de mantener húmedos, con la saliva de su lengua. Sin duda alguna, nos estamos dedicando momentos muy "picantones" y se nota el efecto.

Todo ha vuelto a su sitio y, sin duda se han conquistado sitios nuevos, tras el breve exabrupto de mi sufrimiento testicular. Conseguida esta calma y disfrutándola, nos disponemos a trabajar...

Sin mayores novedades que unos cuantos masajillos exhibicionistas de Chris a la cima de la montaña que ya se me ha terminado de formar en el pantalón y unos no menos demostrativos intercambios de "automasajes" mamarios y "coño-vulvares" entre las dos chicas _que, a estas alturas, ya han logrado un flujo comunicativo impresionante, -y un considerable "flujazo" también vaginal, a juzgar por lo mojados que están sus bultos chochares que se derriten de puro caramelo-, dejándome a mi casi fuera del partido. 

Se ha concluido la limpieza, desinfección, hemostasia, aplicación de anestesia y, por fin, la sutura de la herida del casi anulado Jimmy que, de puro milagro, no se ha ahogado entre las tetas de su novia.

Ya estamos casi concluyendo nuestra labor, se diría que gracias a la dedicación y entrega que le he puesto a la maniobra sin dejar de disfrutar de los regalos de las chicas y, gracias también, al apoyo que me ha dado Chris, cuando le ha quedado alguna mano libre.

Las chicas están asombradas de lo bien que ha quedado la costura, en medio de tanto motivo para distraerse como ha habido. No menos asombrado por lo breve de su estancia "sub-mamaria" asoma la cabeza Jimmy. Se mira la mano, al tiempo que examina mi trabajo y me pregunta:

_ ¿Ya está, doctor...?. ¡Cuántos puntos en tan corto tiempo.!. ¿Cuántos han sido, doc...?.

_ Diez puntos, mi amigo. Así, la herida va a quedar mucho mejor afrontada. Se te cerrará más pronto y habrá muchas menos posibilidades de infección. Te he puesto la sutura más fina que me ha permitido el sitio de la herida y por ello he logrado una mejor reconstrucción._ le respondo, y el chico sigue mirando su mano, aprobando y probando sus movimientos en ese nuevo estado.

_ Good job (buen trabajo), _me dice. _ En Irlanda me hubiesen dado sólo dos o tres puntos, si acaso_, ahora se gira hacia su amada para decirle: _ Este hombre es un buen médico, cariño. Mira qué buen trabajo me ha hecho...

Cuando Jimmy ha girado hacia Lisa para hablarle, a ella no le ha dado tiempo de cubrirse los expresivos pechos. Su amado la ha sorprendido exhibiéndolos y, aunque intentando una sonrisa que pretende demostrar que le divierte, ha seguido el recorrido de mi línea visual para comprobar lo que ya sospechaba: que ésta lo ha devuelto al punto de partida: las tetas expuestas de su futura reina...

Se ha creado un momento de tensión y expectación, porque nadie sabe qué hará el príncipe. Nievesilla sonríe nerviosa, pero no atina a guardarse las pechugas abotonadas, que ahora le relucen más, puede que por el susto.

_ ¿¡Qué haces, amor..!? ¿Le estás mostrando tus tetas a este señor? _ ahora se ha encontrado con la actitud tardía de la mirada de Chris, _ y a ésta chica..?

Recorriendo furtivamente la anatomía de Chris, Jimmy ha captado lo buena que está la nórdica y, quizá por ello, las últimas palabras le han salido un poco más dulces que el resto, como suavizando la débil rudeza que intentaba al comenzar su parlamento.


Aprovechando el resbalón de su prometido, ( celoso improvisado), la chica se defiende:

_ Es que tú no les haces el menor caso, Jim. Mira como me he puesto hoy para que me vieses y me han mirado cien veces más los otros que tú, que ni te has dado cuenta de que llevo las tetas fuera. Estoy al pensar que no te gustan mis tetitas, Jim. Hace mucho que no me las acaricias ni me las besas, ni siquiera las celebras, tanto que decías que te gustaban hace un tiempo, cuando estábamos recién comprometidos. ¿ Ya no te gustan mis tetas, Jim? ¿Será que ya no las encuentras bellas como antes..? Dígale usted, doctor: ¿cómo encuentra usted mis tetas? ¿No cree usted que las tengo bellas...? Dígale.., dígale usted si no es cierto que no se entera de lo que se está perdiendo al despreciarlas...

_ Es cierto, Jim_ le digo al chavalillo, que me presta la mayor atención del mundo y denota una alta estimación por mi criterio, _eres muy afortunado de tener una novia que, además de ser muy bella, posee unos pechos casi perfectos. ¡Qué belleza inusual derrocha tu chica en estos pechos! _me acerco a Lisa para señalar las virtudes a las que me refiero, y casi las toco. _Son muy bien tersos y abultados, sin dejar de ser tiernos y discretos, además de tener un color bello y delicioso, tanto en las ubres como en estos pezones tan bien dibujados y con esa tan perfecta extensión y elevación que ostentan...¿ Sabes qué te digo, mi amigo?. Que si yo tuviese una novia con unos pechos tan maravillosos como ostenta aquí, nuestra amiga Lisa, me la pasaría mirándolos, celebrándolos y celebrándome yo de que el Altísimo me diese tan grande premio. Estaría persiguiendo perpetuamente la mínima ocasión para acariciarlos, aunque sólo fuese levemente y, a la menor oportunidad, ya los estaría besando, libán-dolos, bebiendo y comiendo de los placeres que destilan éstos botoncillos de las flores del más edénico de los jardines que han sembrado los dioses para premiar la agudeza de nuestras distraídas vistas masculinas...

_ ¡ Y hasta la de las femeninas...!_, señala Chris, sutilmente provocativa y observadora, en aquélla tan inusual asistencia que, en apoyo a mi exposición, me ha prestado oportunamente...

Y ahora, de pronto, todo se ha cambiado y ha fluido repentinamente, ya sin cortes innecesarios, tal como reclama la prisa pragmática de unas fugaces vacaciones. 

Y es que, sabiendo que su decisión tendría la acogida que en verdad tuvo, Lisa, la de las tetas blancas y también lisas, se ha permitido invertir el orden de los roles, y ha comenzado a practicarme un exhaustivo y minucioso examen genital que incluye test de sabor, aspiración de uretra y comprobación de lisura externa y casi interna de la superficie cambiante hacia el aumento constante de todas las partes visibles y casi comestibles de mis genitales externos, poniéndolos de "internos" en sus fauces que exhiben una voracidad inestimable por el examen directo y profundo, mostrándole a su novio qué habilidades ha desarrollado en la succión, barnizado intenso y recorrido total por todas sus fauces salivantes y desbordadas cuando de una tranca más que erecta se acerca a la boca o a la teta de su amada, aunque de sólo una se trate.

Su chico, admirador de las cualidades "mamatorias" de su prometida, le ha dejado el camino libre a Blanqui en su afán por comer falo y pelotas distintas a las de su amado y de hacerlo bien, mejor si él la estimula con palabras halagadoras para su entrega a la mamada, más intensa con la ayuda de su chico, que le ha devorado sus órganos sexuales y un poco más allá, para que ella se realizara en el disfrute pleno de la succión, degustación, lamida, atragantada y casi que llega a deglutirse y a ingerirse la "Caña Santa" caribeña, al tiempo que su adorado se lo hacía mucho más placentero, comiéndole, succionándole y casi aspirándole a su encanto todos sus bultos, depresiones, lomitas y montañas, llanos, cañadas, arroyos, ríos y lagunas, cuevas, galerías y túneles, desde los más expuestos hasta los escondidos.

Esto ha hecho mucho más ameno y solidario el trabajo de Lisa en su peritaje oral que ya luego se extendió a sus oídos, fosas nasales, garganta, esófago, glándulas mamarias y, por si fuera poco, ahí está todavía la emprendedora chica, comparando texturas, sabores, alcance, penetrabilidad y explosividad y mucho más, brindando desinteresadamente sus estructuras anatómicas más transitables, sus flujos y mucosas más expuestos y abundantes para la noble causa de la investigación científico- médica de la capacidad "resbalatoria" de un glande y sus estructuras vecinas en estado de lubricación saltarina. 

En esas estábamos cuando Chris, mi secretaria noruega, ansiosa y ávida de
reconocimientos, sondeos, peritajes profundos y mojados sobre todo hacia estructuras bajas, salientes, montantes, entrantes y taladrantes y hasta diseminantes de líquidos orgánicos en deseable y buscada estampida, ha reclamado su derecho a participar en todos los análisis y exámenes posibles, tanto de estructuras masculinas como femeninas, incluyendo las suyas que las ha puesto desinteresadamente a disposición médica, comunitaria social y, aunque se ha ausentado unos minutos al ir a cerrar la puerta, se ha reincorporado de inmediato a la actividad plena y, con su incorporación dinámica y directa, se ha reanudado todo de forma renovada y con muy nuevos bríos...

Pero ya, durante su partida dinámica que nos demostraba un persistente, profundo y profuso auto- examen abierto y distendido, nos vaticinaba Chris su cercana ejecutoria y así ha sido. Antes, cuando ella se dirigía a la puerta, me había entregado yo a donar mis genitales a la formación de mi alumna Blanqui. Cuando ha regresado Chris, ¡todo ha sido posible..!!!

Aquella partida dinámica con la que que nos mostraba Chris cuan posible y fácil hacía ella poder caminar muy bonito, haciendo porque se le vean y se le marquen los sitios más elevados y los más profundos, al tiempo que se practica un insistente autoexamen, nos había dado pautas y ya estábamos haciendo de ellas un manual. 

Como que yo le quedo más cerca de sus pechos que su prometido, la amante novia _que ya comienza a dar señales evidentes de un recalentamiento, a todas luces, de categoría "Global"_ ha apartado con cariño, aunque enérgicamente, a su novio de sus erizados pechos, y lo ha guiado tirando de sus cabellos hasta instalarlo entre sus muslos, apretándolo hasta aplastarlo casi con el bulto elongado y abierto de su vulva, mucho más expuesta ahora. Y nunca seremos capaces de predecir de lo que se va a encargar Chris, que va a ser mucho. 

Mientras, veamos que pasaba sin Chris entre la salida momentánea y el regreso, entre Blanqui, Jim y el doctor.. 

Jim, sin dejar de prestar atención a la atragantada que se proporciona su adorada con la "facultativa barra", _la mía_ ha trasladado su vocación succionadora de los pechos al coñito húmedo de la amante chica, y se deleita viendo como los repasos linguales con que se esmera desde las intimidades húmedas de Lis hasta el elongado de su clítoris, le provocan más apetito a ella por el manjar con que le estoy llenando la boca.

Sin dejar de chupetearme, Lisa se pone a hablar, y su voz es mimosa e infantil, lenta y sugerente, como si clamase por ayuda con delicada e ingenua gracia de chiquilla caprichosa. Tiene un "sonsonete" casi quejumbroso y tierno en la cadencia "ronroneante" y mimosa de su hablar:

_ Mira, Jimmy, me como la pollona del doctor en tus narices y te obligo a comer mi "pussy", ("coño", en inglés...), _ Así, mi amor, sí...Así, mi babe, cómeme el coño y sufre viéndome comer la polla de tu Dóctor... ¡Ay, qué rico en la perilla, ("el clítoris"), darling..!. ¡Así, ahí...!. Sigue así, "my baby". Trágate mi perilla y rómpeme el coño con tu lengua. ¿No te gusta la boquita de tu niña con una polla ensalivada...?. Mira, Jim: éstos son los labios que tanto dices que te gustan... ¿ Cómo me lucen resbalándose una polla gorda y roja delante tuyo, babe...?. ¿Te gustan...?. ¿ Tú me dejas chupar este "chupa-chups" para tí, babe...?. Escucha, "honney", como hago sonar esta tranca con mi boca...

Las palabras de Lis se escuchan entrecortadas por los ruidos de succión cada vez más audibles que provoca el roce de sus labios carnosos y húmedos con mi glande hinchado, más pulido y rojo a cada roce de sus labios que, en combinación con la lengua firme de mi clienta, logran crear una suerte de vacío en cada recorrido que ella emprende desde el borde balano-prepucial saliente (y un poco más abajo) hasta la punta, desde donde la observa, encontrando que el ojete de la uretra se ha puesto más dilatado, más abierto, en cada uno de sus resbalosos viajes.

Es precisamente por ahí que se me adentran, avanzando hacia mis bolsas escrotales que mi inusual clienta no ha olvidado de sostener y acariciar en un suave masaje, las vibraciones sonoras que producen las chupeteadas crecientes que me está entregando Lisa y las de sus ingenuas aunque bien descriptivas exclamaciones. Ella lo percibe y, por allí, más se recrea ella y más me las recrea, con ruidos y salivación progresivas.

_ Luces bella, honney. _le celebra Jimmy _ Ahora que te puedo ver desde otra perspectiva, veo qué bien lo haces, baby... Eres realmente buena.. A ver, a ver..., quiero que me demuestres qué bien sabes comer la "pelada". A ver cómo la sabes mamar, babe.... Así, sí, chúpatela toda, mi niñita buena... Hazme sufrir viendo tu cari-ta de ángel comiendo y degustando polla de otro.

Y, seguidamente, es a mi a quien se dirije el "Niño":

_¡Désela toda, "Dóctor", no se corte! ¡Castíguela y castígueme! ¡Hágame sufrir obligando a mi princesita a tragarse su tranca cada vez más roja y gorda! ¡Désela bien gorda y bien roja, Doc! ¡Atragante a mi niña bien duro con su tranca y métasela bien adentro!: Que sus labios se ven más lindos mientras más se dilatan y se humedecen alrededor del garrote. ¡Castigue a mi niña, Doc! ¡Oblíguela a tragarla toda, ahóguela con su estaca hasta la garganta..! ¡Disfruta ese bulto rojo, amor! ¡Atragántate con ella y hazla sonar!

Así nos habla Jim, asomando sus ojillos pícaros entre los labios vulvares de Lisa, con la boca húmeda y brillosa, condición que ostentan también su nariz y parte de su cara. Al tiempo que nos dice esto, no ha dejado de recorrer la zanja abierta y resbalosa que discurre entre los bultos carnosos y podados de un bosquecillo suave que su Lis ofrece y extiende a las caricias de su novio y a los ojos míos, cuando ya su braga anda muy lejos de su sitio, apartada por sus propias manos, interesada como está en que su novio se lo coma todo y en que yo se lo aprecie en toda la belleza que se sabe en su sexo tierno y bien dotado, expuesto y abierto ahora para todos. 

Jimmy recrea cada una de sus palabras deslizándolas por la rendija abierta, resbalando sus comentarios entre las humedades, los pelillos suaves y el clítoris elongado, rebosado y brilloso, que le agradece palpitando congestionado. Se escucha de nuevo la voz y la expresión mimosa, alargada en cada frase lenta, casi como un lamento placentero, de esta delicada chica, con su hendidura expuesta.

_ ¡Mira, amor, como me la trago todita! ¡Mira como me atraganto y me babeo con este "stick" ("garrote"brilloso y gordo! Mira como me llena la boca... ¡Escucha, Jim, como suena!_, me la hace sonar muy alto y muchas veces y, también, muy lento, con las chupeteadas de sus labios que improvisan anillos resbalosos, placenteros y "cosquilleantes", llevando un placer agónico y creciente por toda la superficie de mi arcabuz, haciéndome disfrutar de un placer exquisito y disfruto, además, de su habilidad para englobar hasta la última micra de un tubo elástico, creciente, "ensanchable" y "engordante", rodeando cada vez con más esfuerzo, pero consiguiéndolo, a mi cilindro carnoso y gomoso, cilindro que se me pone cada vez más ingurgitado Y del que ella, con un efecto magnético que le imprime al roce de sus labios y de su boca toda, que consigue que se me vaya aumentando un edema rojizo que amenaza con reventar entre sus labios, también más gruesos, dilatados y brillosos que me hacen saber, bien claro, que jamás me la soltarán de entre sus humedades y de sus roces tiernos.

_ Muéstrale mi "pussy" al doc, para que vea qué grande y rico y bello lo tengo. ¡Muéstrale al buen Doc cómo lo chupas, para que vea qué rico se me pone y cómo se me abre todito! ¡Ay, Jim, me chorreo..! ¡ Cam' on, darling, chúpame y mira cómo gozo chupando tranca buena..!

Y sigue, entre sonidos ya tan altos, como sentidos y "sufridos", que les extrae a sus ensalivados labios y al "tapizado" de mi verga "in extremis". Ahora se me cuelga de mi leña en ristre y casi a tope de poder, para elevar sus piernas por sobre mis caderas y exponer ante mi, tirándome hacia abajo de mi "aldabón pétreo", un desparramado e incalculablemente rosado, jugoso y carnoso promontorio "vulvar", que su Jimmy no puede jamás abarcar con sus casi salvajes acometidas locas:

_¡Mire, mi Doctor, qué "pussy" bello y bueno tengo..! ¡Mire cómo sufre mi Jim viéndome chupar su tranca, su buen tronco! ¡Démela siempre así, bien gorda y dura, Doc! ¡Mire mi coño y mis tetas, mi clítoris y mi ano abiertos, para que se le ponga más bueno ese troncazo de caoba que me tiene tan a gusto! ...Escucha, Jim _y más sonidos que se me meten por la uretra..._

Lisa había comenzado a hablar tan pausado, tan tierna y ñoñamente, que su creciente excitación de ahora, su graciosa grosería "Pene reclamante" y "Pene teniente", parece más bien el llanto caprichoso de una niña mimosa que clama por un juguete irrenunciable y, para ella, enloquecedor. Lisa tiene una voz infantil, delicada y aguda, y sus vibraciones se me adentran cada vez más fuertes y más dentro por el agujero dilatado ya hasta el susto del canal uretral que recorre mi estaca, cada vez más rebosada de su baba alegre y resbalosa, inundándome y puliéndome el enrojecido e hiper hinchado "cabezón" del glande, haciéndome un río de babaza por todo el tubo "empabesado", que se me drena por mis inflamados güevos como un río que no se acaba.

Más y más intensa cosquilla vibratoria y enchumbada en mi tallo entumecido, leñoso y casi ya, lechoso, cuánto más claman sus gemidos y más succiona. Tanto, que, por momentos, he temido que me arranque de cuajo la cabeza elongada que ya se le traba entre los labios, pero no puedo evitar dársela más y más adentro para que la destroce si es que eso quiere...

Otro tanto pasa con su chico que, a pesar de su pretendido aspecto de hombre duro y de agresivo ( y también, "agredido"), jugador del rudo rugby, denota en sus formas una buena educación, así como un poco de sobradas atenciones de "Mam and Dad" (Mamá y Papá).

Sí, no hay dudas: Estos son, a todas luces, calentorros y zorros "Niños Bien", que, más que "Bien Interesados" están en probar y probarse en nuevas y distintas sensaciones excitantes, nada ortodoxas, por demás. Esta última condición, más que ninguna otra, parece ser la responsable de que Jim no se corte un pelo y, bordándole una mamada espectacular al suculento órgano de su amada, sin olvidarse de mostrar sus atributos (tanto los estéticos como los sensitivos) al público presente, _ya regresa Chris_, ha terminado de realizar en su bragueta lo que comenzara ya a intentar desde antes con él mi recepcionista nórdica y, ante todos nosotros, pone Jimmy "al fresco" una larga y más bien, delgada caña que él mismo se soba y resoba sin piedad ni miramientos...

_ Mira, amor, _ le dice Jim a Lisa, contemplando él a su amante noviecita con todos los miembros de mi dotación sexual metidos en su dulce boquita, llevando más lejos y más adentro cada vez sus chupadas profusas, chupeteos, lengüetadas, "saliveos", "sondajes laringo- esofágicos", "pasadas" dérmicas, -superficiales y profundas-, y mucho más, al tiempo que el descollante chiquillo admira la maestría y la alegría con que su novia absorbe cualquier artículo, quedándole tiempo aún para blandir su estirada y tiesa lanza para que su Lisita vea como él se la presenta a la espectacular Chris que entra aún con más prisa, como si persiguiera la polla de Jimmy desde antes. 

Ha comenzado él a limpiarse de hojarasca sus estructuras entrantes y secretoras, a resbalarse sus salientes que se han puesto mucho más extensos y logrados cuando regresa Chris y a costa de ella, aireando su cornamusa sin cortarse un pelo y dirigido a ella tanto como a la "Blanqui" que, con la mía en la boca, también disfruta como su novio le muestra la pinga a Chris. El recorrido "ventiloso" de Chris le ha puesto un clamor extra a sus barnizadas "amasativas" de su propio falo. 

La boquita tierna de su dulce novia atravesada y deshollinada por mi creciente y de insospechado alcance fusil anti- motín, ha hecho que persista Jim en distorsionar su habla, alcanzando el bocado carnoso que esconde Lisa debajo de sus braguitas breves. Se lo ha metido Jim en su boca y hablando al mismo tiempo, la persistencia de Lisa en ahogarse con mi "caña" ha provocado a Jim celebrar sus cualidades al tiempo que le ofrece el bañado de su caña aguda y puntiaguda con mano propia y la incrustación buco- lingual del propio Jim en los bultitos atravesados por ranuras y mojados de viscoso flujo de su novia.

Se ha puesto Jim a celebrar y a estimular a su amada en la "aspiración progresiva" de ella a comerse todo lo que de mi sobresale hacia delante, hacia abajo y hacia fuera y ahora hacia ella, que lo hace mostrando a su novio como lo disfruta y lo saborea.

En esas estábamos cuando entra Chris rascándose la vulva y mirándolo todo con ojos ávidos de todo. Saca mi verga de la boca de Lisa, la besa a ella y me la chupa a mi, agarrando con su otra mano la adarga de Jimmy, con la que pronto ahoga las penas de la ausencia de la mía, que ya se la ha arrebatado Lisa y se la resbala boca adentro. Nunca supe cómo, pero Lisa y Chris han conseguido entrelazar sus labios y sus lenguas manteniendo, cada una, una barra resbalosa en su boca. Chris mama la pinga de Jimmy sin costarle para nada besar la boca de Lisa que, a su vez, me come a mi la tranca con un apetito cada vez más creciente al tiempo que le regala a Chris un beso tan apasionado que se diría que se quieren hace años. Todo ello con mucha carne de por medio... 

De pronto nos sorprende Jim que se aparta y se deja contemplar con toda su dotación en mano, mientras se dirige a su atragantada muchachita: 

- Oh, Lisa, mira como me has provocado que me haga una paja viendo cómo chupas polla.Mira mi paja: Es en mi pinga/ polla: tu "Pingón/ pollón" largote, para tí, darling._ ahora "se la suena" bien guarramente, sumando el asqueroso enchumbe con que se amasa su brillosa y dorada barra de baguette que se estira sin límites, clamando por más horno y soltando en cada frase lo que le quema de goce y de morbo, desde su caña hacia fuera:

_ ¡Chupa más, mi niña!_, cuanto más cochinamente "mamalona" se le retuerce la boquita tierna a su adorada noviecita, tragando ya, del todo, mi garrote en pleno, que se me ha puesto de grueso, enormemente endurecido y tan rojo, que a mi mismo me da miedo ), más amoroso y más "elongadamente" erecto de lo que estaba hace sólo un minuto, está ahora, también tras la visión de Chris, el cañón estirado de Jimmy.

Mucho más inspiradas y sentidas son ahora sus acometidas chocho adentro de "Blancastetas"/"Coño-Rosa", _en verdad, casi ya carmín intenso_, y más y más ebulle con su aliento y con su baba que le inunda como lava humeante toda la carne ingurgitada y extendida hasta más no poder de la empastada y pastosamente "prolapsada" mucosa protruida que, succionando como un tragante implacable, pareciera que no va a dejar nada dentro de la vagina ni de los promontorios "cardosos" que se le salen más y más de las encharcadas masas que se le asan a la vulva "chochar" de su asquerosamente "bolluda" (el "bollo" es el coño en mi país: "Bolluda" o "Bollúa" es una chica portadora de  un "bollón" de dimensiones que superan la normalidad y, además, sustancioso) y "pelotuda" noviecita, elongada hasta casi comenzar a abrirse rajas y resquicios en toda su expuesta anatomía "coñar" que arrastra consigo un ano al que ya le cuelgan "microhemorroides" recién nacidas de la tirantez que la succión desmedida y bestia que consigue Jimmy, que está vaciando despiadadamente a Lisy y que ella, indefensa y descorchada de piernas, se niega rotundamente a detener ni, aún, a enlentecer esa progresiva y creciente mejoría de aquella descomunal excitación colectiva. Más que nada, porque a ella le encanta y la tiene con la corrida latiendo lo que le está haciendo Jimmy en su culo.

Tampoco, ni por nada de este mundo, piensa detener Lis, a juzgar por lo creciente del jadeo con que lo celebra entusiasmada, la lenta pero evidente elongación del hoyo cada vez mas descarado de su ano, expuesto hasta no se sabe dónde, tirado junto con la vagina por la succión de su troglodita e iracundo amante, _vistas las duras, pero, traicioneras acciones sexuales a las que la somete_ pero sólo de tarde en tarde, crar a su hasta hacía poco, casi inocente niña, incontrolablemente adicta a crear y provocar para su amado y para sí extrañas y excitantes aventuras sexuales implicando a desconocidos e insospechados cómplices, como Chris y yo ahora, que la hemos enloquecido al sentirse deseada en nuestra guardia médica, desatando en ella y arrastrando consigo a su aparentemente "sorprendido" novio, que de repente se suma y se hace cómplice o bien, "Conciencia Negra", que no se sabe a ciencia cierta si ha sido promotor o simple juguete de su incontrolable novia, si es él o ella, cuál de los dos o, quizá, ambos los que promueven estas orgías que ella goza como si no hubiese ya más en el mundo, como si la vida fuese a terminar mañana, con otros nuevos implicados que, de pronto y sin esperárselo, se ven excitándose y en el éxtasis que ha "aparecido" así, cayendo de las nubes y subiéndolos a tods a las alturas con ella a la cabeza, porque la enloquecen hasta perderse toda y, de tanto y de tan desmedido placer, esta adorable chica ya no sabe có mo va a detener un goce que se le va siempre creciendo más y más y le produce un vacío que la hace atacar con más ahínco lo que de sexo sea que se le ponga por delante, masculino, femenino o ambos, con la anuencia permisiva de su propio novio que, sospechosamente ingenuo en un inicio, llega más tarde a provocarla y a estimularla y a excitarla intensa y salvajemente él mismo, incitándola y haciéndose cómplice y compañero de orgasmos y de goces supremos de ambos, pero desviándose cada uno hacia colaterales...

En eso estoy pensando, pero decido abandonar la búsqueda de una respuesta a ese misterio pues, provocado por la presencia de Chris que, enloquecida por ella se ha desnudado y se comienza a refrescar y a repasar sus encantos, exponiéndolos ante todos y exhibiendo lo que se hace y se practica para que lo veamos bien.

Mientras volvía junto a nosotros, la espectacular escandinava se había ido despojando de sus ropas en el recorrido de regreso, dejando las piezas de su uniforme clínico regadas a su paso, y unas perfecciones arias, rosadas, bronceadas y bien notables, que brincaban voluptuosas a cada paso suyo.

Chris persiste en sus auto masajes antero-posteriores y, exponiendo ahora sus deliciosos bultos, pliegues y oquedades, llega hasta nosotros bien desnuda, deliciosa, compacta, brillosa, rotunda, resbalosa, firme y elástica, además de sonriente y fresca, con un dedito metido en la vagina, otro rozándose su clítoris brillante y asomado. Sus otros dos dedos, vienen estirándose y ofreciéndonos una vulva carnosa, fuerte, lisa y notable en estructura, volumen y diseño. 

Con su otra mano, Chris recorre una raja amplia y acogedora que separa dos poderosas nalgas relucientes, redondas, amplias y de consistencia sólida, pero tan nobles que dejan pasar su mano separándose sin resistencias a la aparición convincente de una hendija bien definida y vasta, de colores y lisuras tan notables que dejan pasear esa mano con total libertad, haciendo mucho más fácil la exposición de un ano rosadito, apretado y bello, que luce orondo el dedito vibrante y juguetón con que su dueña lo atraviesa descarada y abiertamente, sin tapujos. 

Los pechos de la "norge" no necesitan de apoyo alguno para relucir vibrantes y abultados, pulidos, relucientes y precisos, desafiando la ley de la gravedad cuando, a cada paso de Chris, más que saltar pareciera que levitan, como queriéndose escapar por el techo. La dureza de sus pezones, concluyentes en trazado, diseño, amplitud, definición, textura, (pezones que se le salen como un centímetro de la superficie de las voluminosas ubres), se siente sólo de verlos, lo cual es suficiente para imaginarlos ocupando toda la cavidad de nuestras bocas, como cuando te quieres tragar un gran fresón de un sólo bocado.

Todos estos paisajes nórdicos auténticos, se ven coronados por una cabellera lisa, reluciente, suave, fresca y rubia, casi blanca; unos ojos azul intenso y unos labios finos y breves, pero bien condimentados y sustanciosos, tan bien dibujados y tan rojos, que yo creí que siempre llevaba el mismo carmín, desde que la conocí, cuando en realidad lo que ocurre es que nunca usa ninguno. No lo necesita mas que en invierno, pero sin color sólo para lubricarlos (si es que cabe...)

La lisura de Chris se ha plegado y ha caido lentamente entre Jimmy, Lisa y yo, porque a ella la afloja toda la presencia de Blancanieves, a quien había conocido con sus pechos tan blanquitos, tan lisos y tan asomados, y ahora le está mirando su boca resbalándose este falo mío, su vulva lamida por el mismo chico que le está dedicando a ella una polla bien estirada en medio de una paja que la involucra y la hace culpable. 

Todo esto ha hecho que Chris, con todos sus bultos, sus hendiduras, sus lisuras y sus encantadores rosas brillantes y resbalosas, se deje caer entre nosotros y no sabe para donde va a apuntar con cada riqueza de las suyas, pero ni falta que hace que ella elija nada: 

Ahora a Chris se le van a salir todas sus pelotitas a cada golpe de culo, a cada contorsión de su cadera llevando su vulva a la polla de Jimmy, a la mía, a la boca de Nievesita, que se bebe a la reina de las nieves todita de arriba a abajo, mientras ella se empina abriendo bien el culo y las rajas para nosotros al descender a comerse todo el coño, el ano, las "blancastetas" o lo que sea que pille de nuestra "Blancastetas" nuestros ojos. 

Chris ha conseguido excitarnos aún más, cosa que parecía imposible. Su desnudez tan abierta y explícita ha puesto a más de cien a Jimmy quien a su vez, arremete con sus descomunales caricias contra las mucosas de Lisa que, enloquecida, me eleva a categoría de extra inflamada y súper excitada mi "Mandarria del Caribe". 

Lisa me la ha puesto tan estirada y elongada por toda su boca hasta no sé qué profundidades faríngeas o esofágicas, que ya es una manguera roja lo que me sobresale y se me elonga como una goma que ella se encarga de estirar y de ensanchar cada vez más y más, con cada vez más y más placer que ella me saca muy suavemente desde la base de mis testículos, mientras que la punta de mi tubería, cada vez más lejanamente alejada de la base testicular y más sensible, va siguiendo este ciclo, llevada por mi jovencísima y aparentemente inexperta paciente que mi "pingoleta" se pasea ya sola y sin guía alguna por entre sus resbalosas tetas. 

 Ahora estoy convencido de que las "Blancastetas" de Lisa tienen vida propia y que se mueven con autonomía, amasándome el cable. Es una delicia ver como se les saltan sus pechos y como masajean ellos solitos el repartido entre su lengua, sus labios y su boca toda, hasta sentirse de pronto, avanzando lentamente por un canal profundo, llegando acogedora y suavemente hasta un túnel que no tiene fin. 

Ahora que Jimmy ha dejado libre el suculento gofre hendido y resbaloso de Blanquita, esta ha subido hasta la punta de mi glande y se lo ha resbalado con todo lo que lleva detrás con una suavidad unida a una firmeza de ansias locas bien adentro de su fruta jugosa que enseguida se ha adaptado, desde que asomó la punta hasta que se recostó con fuerza en el hoyito de su útero. 

Sí, se metió mi polla en el coño sin piedad, muy cerca de la cara de su novio que se alejaba para verlo bien y para poder hacerse la paja que aquello le provocaba: Su tierna y delicada novia metiéndose una polla mayor que la suya, gozando del hecho y de la polla y sintiendo satisfacción por hacerlo en sus narices, mientras él le regalaba la certeza de que estaba muy caliente al verla follarse y comerse aquella tranca mientras le disfrutaba de la suya misma pajeándose en su propia cara, chupada por otra chica que la ponía a ella más caliente. Una chica, Chris, que también le besaba a ella su boca, se comía desde esa misma boca suya las dos pollas y también estaba alerta, esperando que se desocupara su chochete rojo y lubricado para hacerse cargo de ello con todos sus recursos. Lo adivinó Lisa en la cara de Chris desde que la vio por vez primera como la asistenta del Doc. Que Chris se moría por comérsela sin siquiera esfuerzo. Ahora también estaba descubriendo que no moría, sino que vivía por comérsela a ella más aún, por comerse a su novio desde la punta de su polla hasta el hoyo de su culo, al doctor. 

En su cara, en sus tetas, en sus nalgas, en su raja del culo y en la del coño con sus bellos labios chochales, porque la noruega estaba tan buena que saltaba toda ella a la vista, como también saltaba que nos lo estaba regalando todo a ella, a su novio con la tranca en ristre y barnizándosela y al doctor que le estaba calzando su pinga cubana por el coño, mientras ellas no dejaban de comerse sus bocas fueran donde fueran: De una a otra pinga, de su coño al propio, del hoyo del culo de una a otra o a cualquiera de los testículos o de los anos nuestros, y todo en una misma pieza. 

Ambas se comían entre ellas sus tetas, sus vulvas y los hoyos de sus culos, que dilataban y nos mostraban a los chicos para comerlos bien taladrados por su lengua y que lo viéramos bien. Se comían enteritas y se lo comían todo alternando con nuestras pollas, que entraban y salían de sus chochos y de sus culos de manera inexplicablemente fácil y a la vez gozosa, lamiendo y acariciando como por arte de magia y levitación, nuestros güevos también y nuestros anos. Más de una vez me deleitaba resbalando mi tranca vagina adentro, -o ano y recto adentro-, de una de ellas mientras me sonreía y me pedía que no pare con los testículos o con la polla o el ano de Jimmy en la cara, entre sus labios o en la punta de la lengua. 

Hay un momento en que Lisa decide devolver mi tranca lentamente desde lo más profundo y mojado de su coño hasta las tetas. Se saca lentamente la pinga mojada y edematosa de su chocho abierto, pero empeñado en no soltarla y en mantenerla dentro, hasta que sale desplegándose como un muelle largo y pesado, dándole chapuzones enchumbados desde la parte rosada de la vagina carnosa y brillosa de baba hasta los bultos de la pelota externa del chochete. 

Por ahí saltaba la tranca liberada del canal carnoso y lubricado, bajo la atenta observación de Chris, que hacía lo mismo con la de Jimmy y con su dotación ano- vaginal que eran un espectáculo no menos fascinante: Todos tuvimos el mismo impulso exhibicionista, mirón, frotador y deleitante... y comenzamos a gozar de aquello tan delicioso:

Blanqui  comienza recorriendo mi tranca toda desde lo más profundo de su coño hasta sus tetas nuevamente. Mi tranca hacía ese viaje delicioso "empabesada" de baba de coño, de cosquillitas y mimitos. Lisa se azotaba con mi polla casi a reventar abriéndose cada vez más para su Jimmy y para nuestra Chris, disfrutando del aspecto tan apetitoso que le ha dado ella a mi manguera, y le sigue bordando más cosquillas que me la ponen más larga y me la ponen mas gruesa, cosa que no se le escapa ty le hacen descender su boca junto al recorrido de la polla resbalosa en su cuerpo liso y pulido, cada vez con más placer en sus mamadas y succiones. Todo esto encabrita a Cris, pero más aún a Jimmy: 

-Oh, mi amor, deja que me haga esta paja buena viendo cómo te atragantas y como te resbalas esa tranca.--mientras ha dicho esto, Jimmy se percata de que su Nievita lo mira a él y le mira la polla, disfrutando de cómo se la pela, pero también nota que la mirada de su princesita no puede dejar escapar tampoco a Chris. 




IMPORTANTE: NINGUNA DE LAS ESCENAS SEXUALES ES REAL. TODO ES FICCIÓN E IMAGINACIÓN.

Armando H. Prieto Sust: El Autor.

Ya luego, durante los años en que he "prestado" mis servicios en una clínica médica que atiende al turismo en Canarias la mayoría de los pacientes que me tocaron _lo que allí más abunda_, suelen ser chicas o parejas, o grupos de amigos o de sólo "amigas" que vienen del Norte de Europa en sus habituales estancias vacacionales en estas tierras canarias. Estudiantes, los más, vienen muy de "relax" en busca de un "pack" que contenga sexo, morbo y esas "cositas", esperando darse de bruces (y también, "de otras posiciones") con el "latin lover".
Es así que no es inusual ver, en algunas de esas chicas (y chicos también, pero no es este el caso), ansias de mostrarse y exhibirse y, aunque parezca "pretencioso", exagerado y hasta desprovisto de suficiente "ética" el que yo lo diga, os puedo asegurar que, de esa búsqueda, ¡NO ESCAPA NI EL MÉDICO!
Se dieron situaciones singulares durante el ejercicio de mi profesión allí. Algunas, más explícitas. Otras, sutiles, sugerentes o  ¿ imaginadas...?.
Es lo más probable que así haya sido y lo que sí realmente "pasó" fue que, al transcurrir por la factoría de mi imaginación, estos ingenuos y hasta, muchas veces, casi inventados "pasajes", dieron como resultado unos relatos que NUNCA PASARON y, si alguna vez pasó algo "PARECIDO", NO HE SIDO YO SU PROTAGONISTA, sino un doctor con unas características y una historia quizá en algo parecidas a las mías, PERO NO YO.
No es más que "Literatura" y, quien sepa algo de ese apasionante arte, conoce también que, en cualquier obra narrativa, el que narra, quien cuenta la historia casi nunca es exactamente el escritor. 
Así es que, el "Narrador" no coincide nunca con "El Autor"  
¡Jamás sería "Él"!