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viernes, 12 de agosto de 2011

Tantos palos que me dio la vida...













Podría reconocer que yo, en el fondo, lo que quiero es ser "Millonario sin Causa" o ser, tal vez,"Inmensamente Rico sin Motivo Aparente"; o sea, a ultranza, gratuitamente, sin razón ni pasión algunas. Y que todas esas pasiones, aficiones y desvelos que pregono, no sean más que pretextos para ingresar la pasta. No la italiana, que nos pudiera indigestar y hasta darnos unos kilitos indeseables, sino "la Pasta Única y Libremente Convertible".
En fin,“La Pasta”, esa que sería, en definitiva, el objeto último de todos los intentos y de todos los esfuerzos. Pero esa confesión, al parecer vergonzosa, tendrían que hacerla junto conmigo quizá "muchos demás" de manera que:
Artista Famoso, Destacado Científico, Eminente Periodista, Célebre Literato, Profesional de Éxito, Prestigioso Médico, Hábil Abogado, Emprendedor Empresario, Consagrado Político, Brillante Estadista, y un largo "etcétera", no serían más que títulos de fachada, "tapaderas" para sólo ¡lavar dinero..!, y para acaparar, -de paso-, prestigio, reconocimiento, aprecio y, en fin: Reputación de "distinguido", de "singular", u "original", de "distinto y diferente" y "único", esas agradables excepciones que nos gusta tanto "ser" al ser humano...
Puede ser. No lo aseguro, pero tampoco lo descarto…
Una sutil pista , algo así como un discreto guiño, -que yo me lo tomaría entonces como una señal inequívoca de que no van mal encaminadas estas suspicacias mías-, me la hubo de dar uno de mis ídolos más antiguos, Joan Manuel Serrat, en una entrevista de televisión que terminó por convertirse más bien en un divertido "intercambio cachondo" entre él y su entrevistador, que era otro de mis "no tan ídolos, pero sí admirados", Andreu Buenafuente. Le preguntaba Andreu al divino "Nano":
_"Yan Manel", y... ¿Qué es para ti, el dinero?
A lo que respondería "Yanma", ahogados los dos de las risas:
_Nada, Andreu, nada. El dinero, CUANDO SE TIENE, NO ES NADA...
Acudieron a mi mente, entonces, tantos y tantos destacados y eminentes personajes a los que he presenciado declarar, -pero muy serios, muy solemnes, asépticos y profesorales, con nada de humor ni de "coña" y haciendo valer su autoridad y su prestigio- que "...y esto que hacemos (o que he hemos hecho), lo hacemos (o lo hemos hecho) desinteresadamente, sin pensar en el lucro ni en las ganancias, porque es una labor bella y, lo que nos recompensa es ver los resultados en la alegría y la satisfacción de la gente, en los beneficios que les representa... ", pero nunca los he visto llegar a esa parte del discurso en la que tendrían que reconocer "..porque, claro, YA A NOSOTROS NO NOS HACE FALTA EL DINERO PORQUE LO DISFRUTAMOS DESDE HACE MUCHO Y DE SOBRA Y PORQUE ALGO HAY QUE HACER POR LOS DEMÁS Y PARA ENTRETENERNOS, PARA OCUPAR EL TIEMPO LIBRE Y PARA QUE SE HABLE BIEN DE NOSOTROS..."
Acudieron a mi mente, a su vez, tantos y tantos que no seremos nunca entrevistados y que ya quisiéramos algún día podernos dar el lujo de trabajar "desinteresadamente" para los demás, porque el tiempo que nos vemos obligados a dedicarle al simple y elemental sustento de nuestras vidas y a las de nuestras familias no nos da para más, además de que nos hace parecer como unos vulgares interesados que sólo perseguimos el dinero, si se nos compara con aquellas excelencias, que ya lo tienen a raudales... 
Algo así como si, pongamos por caso, enfrentásemos en una misma sesión a un hombre muy atractivo y con una facilidad asombrosa para conquistar, con una pobre chica cuyo sueño imposible sea operarse para cambiar de sexo o viceversa, o sea, enfrentamos a una mujer muy atractiva y tremendamente deseada por los hombres, a la que le sobran propuestas y pretendientes con un chico poco agraciado al que, además, le parece que sus bajos ingresos no le permitirán jamás acceder al sueño de un cambio de sexo para convertirse, por fin en una chica que, de seguro, no sería jamás nada parecido a la que tiene enfrente..
¿Podemos imaginarnos cómo se podrían reir de los sueños irrealizados de esos dos seres aquellos a los que "natura" se los ha servido en bandeja de plata y como un "bien concedido por nacimiento..."?

Eso mismo, a mi modo de ver, pasa con el dinero, con los bienes y con las posibilidades que les brindan o que les hacen padecer a aquellos que, por decreto prestablecido o por "suerte" y otros absurdos factores, pueden disponer de ello o tienen que sufrir sus carencias. 
Y, ya dije antes que puede ser , que no lo aseguro, pero que tampoco lo descarto…
Mas, de lo que sí estoy seguro haber querido siempre conseguir, aún sin saberlo, es de algo que ya dije hace más de cinco años, cuando lo escribí en el contexto de una "obreja" que me empeñaba, sin éxito, en concluir.
De ello, yo sentía que estaba convencido hacía años, ya desde entonces.Y ahora, al recordarlo, más convencido aún sigo de que ahí está mi verdaera vocación, en la que me temo que también he fracasado, al punto de que he tenido que recurrir a lo que, a su vez, ya había escrito otro.
"Otro", que lo dijo de una manera tan brillante y con una economía tal de recursos, que me sigue haciendo sentir pena de mi mismo… 
Mas, no por ello, os voy a privar de disfrutarlo y ahí os lo dejo:
("Copio y pego" aquí debajo lo que, aunque por mí mismo, estaba ya escrito hacía más de cinco años):
"Con tantos palos que te dio la vida 
Y aún sigues dándole a la vida sueños. 
Eres un loco que jamás se cansa 
De abrir ventanas y sembrar luceros. 
Con tantos palos que te dio la noche 
Tanta crueldad y frío y tanto miedo. 
Eres un loco de mirada triste 
Que sólo sabe amar con todo el pecho 
Fabricar papalotes y otras patrañas 
que se las lleva el viento. 
Eres un simple hombre alucinado, 
Entre calles, talleres y recuerdos
un simple loco lleno de esperanza.
Que siente como nace un mundo nuevo.
Con tantos palos que te dio la vida
Y aún no te cansas de decir te quiero…”

No sé por qué, pero me ha venido a la mente este maravilloso poema de Fayad Jamís, poeta, pintor, periodista, traductor, diseñador, pedagogo y diplomático "cubano", nacido en México y de origen árabe.
Como casi todo en mi país, él era una mezcla de muchos ingredientes que, lejos de sumarse y confundirse, se complementarían en un todo único y refirmarían su"cuba
nía".

Así llamamos en Cuba a la condición de sentirse --por encima "de", a pesar "de", y gracias "a" miles de posibles ingredientes, orígenes e influencias-, definitiva y convencidamente, un producto nacional.
Quizá, de todas las cualidades que tiene el personaje a quien se le canta en esta poesía, yo sólo cumpla la de haber recibido "palos" de la vida, algunos gratuitos y ya, de origen; otros, autopropinados o "autoconseguidos" por, tal vez, la segunda y tercera condiciones que creo que cumplo de las que alude éste poema: ser un soñador y además, ( casi una redundancia), un loco.
Yo siempre había procurado sufrir de una locura que resultase deliciosa y grata para los demás y que hiciese el menor daño posible a nadie más que a mí mismo. No sé si lo he logrado, pero me temo que una locura no es auténtica si se planifica o se programa.
" Amor cuerdo, no es amor...",
diría José Martí, otro poeta y producto nacional cubano, hijo de canaria y de peninsular,pero con unos sentimientos y una ejecutoria patrióticos en pos de la nacionalidad cubana que lo llevarían a convertirse en Héroe Nacional, Apóstol y Poeta de la Independencia de Cuba, y Presidente de la República en Armas durante la segunda y decisiva etapa de la Guerra cubana de la Independencia, por la cual llegó a ofrendar su vida en el campo de batalla .
Sin tener en cuenta consecuencias y resultados que ahora no vienen a cuento, yo encontraba que todas las demás cualidades "buenas" que se definen y se sugieren en esta y otras muchas obras literarias, eran las que perseguía yo en mi azaroso existir. Claro que, como ya dije, se hacen sospechosamente muy numerosas y de no menos sospechoso éxito y popularidad, las obras que nos sugieren la parte soñadora, altruista y generosa del ser humano empeñado en repartir amor y cosas buenas sin importarle el pago que por ello reciba y sin claudicar jamás en sus intentos.
No reparaba yo, por aquél entonces -acaso deslumbrado por la emoción que me insuflaba el poeta- en que todo buen ( o mal, o neutral ) proyecto, requiere de medios paralograrse. Yo había emprendido todos los míos sin tener en cuenta ese nimio detalle, creyendo y confiando en que bastaría con el talento que yo, desde mi ingenuidad, creía tener, y con las buenas intenciones.

Muy lentamente, los "palos" recibidos me hacían ir coligiendo que, sólo con eso, no se llega a ningún sitio. Ni siquiera cuando aquél que podría tendernos una mano, es alguien que ya ha pasado por lo mismo y, a fuerza de tanto alabar en su obra a los locos soñadores peregrinos y bohemios, se ha hecho de algún poder.
"Si yo hiciese caso y diera apoyo a todos los locos que creen tener el sol atrapado en una lata de conservas, no me alcanzaría el tiempo de cien vidas para hacer lo mío. Además, no habría sitio para tantos triunfadores...",
pensará, quizá, el otrora soñador que ahora se ha realizado como un "Loco de Éxito".
"...quien me tienda una mano al pasar 
comparte mi suerte...",
decía, en una canción suya, Pablo Milanés, otro de mis ídolos. Pero por aquella época, tropezar con una de las manos de Pablo, aunque sólo fuese para tenderle solidaria la nuestra, resultaba punto menos que imposible. De más está decir cuántos hubiesen dado más de una mano, el brazo entero y hasta un ojo o mucho más, por poder compartir la suerte de Pablito, como le llamamos cariñosamente en Cuba.
Hay excepciones, claro. Pero yo, desafortunado de mí, no me dí de narices jamás con ninguna, a pesar de haber tocado a millones de puertas, con las que sí me han dado con excepcional frecuencia en mi maltrecho apéndice nasal..."
(Continúa...)

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