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miércoles, 16 de julio de 2014

A veces sueño así. "Y LOS SUEÑOS..."


... "Y, LOS SUEÑOS..."

Luego de una ancestral perorata como la que les había acabado de endilgar yo a mis colegas y a mis "súbditos" _gratuitamente y sin pedir permiso, por demás_,lo más normal es que a uno le entre el sueño y que hasta se quededormido... Y eso es lo que ha pasado. Entonces, me he puesto a soñar…

...

Hay un sueño recurrente en mi vida... O, mejor, hay dos: Uno, es un sueño muy bueno: "Bueno" para mí, al menos. Deja que te lo cuente más adelante y ya me dirás si es bueno también para tí.

El otro, es una pesadilla...

No sé en qué momento exacto de mi vida apareció. Sospecho que pudo ser en uno de esos días en que los chicos del barrio y yo, no fuimos a liberar nuestro exceso de hormonas a la playa ni a la salita de cine de aquel pequeño barrio nuestro... O que, si habíamos ido, no tuvieron un final del todo feliz nuestras masturbaciones submarinas apoyadas en el asombro de las "gracias" cada vez más expuestas por los bikinis debutantes...

Y no lo habrían tenido tampoco las de nuestras precoces prácticas cinéfilas en aquél añorado pero también "anegado por nuestro precoz y prepúber semen" cinecito de barrio...

Intuyo también que, aparecida como lo fué esta pesadilla en algún momento de mi existencia temprana, habría sido en el silencio de una de aquellas noches tan cotidianas y tediosas de mi barrio, repetido a sí mismo hasta el cansancio
en que _¡cosa "rara"...!_, los pregones "anunciambulantes" de los vendedores "Idem" de golosísímas y apetitosas"chuches", se habrían apagado muy temprano junto al azúcar de sus dulces y al agua de los improvisados bebederos de "porrones" y "tinajas" con bloques de hielo, agua que ya se habría secado también en mi garganta.

Yo estaba solo y sentí sed. Quise clamar por agua y la voz no me salió. Quise moverme, pero ya la parálisis me dominaba...

"Alguien" está pasando sus manos y una cuerda muy fina por mi abdómen y "eso" _nunca he sabido bien qué es_ me hiela hasta los huesos... Ya todo es imposible: Mover un dedo, ya no existe. Gritar es el reto inalcanzable de todas esas noches...

Mientras, yo estoy seguro de que no duermo, como seguro estoy y sé muy bien que "algo" me arrastra hacia un sueño que, si por fin logra vencerme, SERÁ PARA NUNCA MÁS DESPERTAR...

Para detener esa caida en pesada y creciente cascada hacia la "Tumba Abierta de Morfeo", sólo queda una lejana luz que se me burla desde la salida de un túnel que ni siquiera se hace visible:

Gritar: "sueño" casi imposible...

El aire ha logrado empujar tímidamente las cuerdas vocales, pero a ellas también había llegado ya la parálisis...

Ya no queda duda alguna: Es de vida o muerte:

¡Hay que gritar!

Hay que aprovechar que la parálisis aún permite tomar algo de aire, para acumular la mayor cantidad posible de él y lanzarle un chorro a las cuerdas de la voz... Sólo así podría moverlas.

Ya lo he hecho, pero no se mueven ni un milímetro las putas cuerdas... ¡Y eso que las había afinado ayer mismo..!

No puedo, pero aún lucho por conseguirlo...

¡Ya sale un quejido...! mas, no es suficiente.

¡ Vamos!, ¡otro...!, ¡ más fuerte!, ¡más, más....!.

¡ Más...!. ¡ Más...!.

¡ Máaasss... ! MMaaÁÁÁÁsssSSS, ¡MááÁÁÁÁ...!:

¡MMAÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁ MMMMiiiiiiiiiiiIIIIIIIIIIiiiiiii............................!
...
    El señor Parlov, que es hoy el recepcionista del turno de la noche, está frente a mí, muerto de las risas. A su lado, Antonio, el vigilante de seguridad de la fase donde está la pequeña clínica en este Centro Comercial turístico, se está ahogando en carcajadas.
   _ ¡ ¿ Qué te pasa, coño...!?, --me dice Parlov, cogiendo aire para la próxima carcajada--, ¿ por qué gritas así...?.
   _ ¿ Será que has visto un fantasma, o algo raro...?. Yo he escuchado que aquí se aparece un fantasma, que dicen que es un médico que... ¡ Perdona, perdona, doctor...!. ¿Te sientes bien...?. Ve, ve a tomar agua... --, me dice Antonio conteniendo, heróicamente, sus risas.
   _ ¿ Ah...!, ya sé. --les digo yo, aún atontado-- He vuelto a gritar...
   _ Estabas llamando a tu "mami", --me informa Parlov--, ¿por qué llamas a tu mami...?. ¿ O será que llamabas a esa "mami", que viene por ahí...?. 
   Parlov me ha dicho esto último al volver la cabeza, para ver que, en la recepción, hay una chica que acaba de llegar, acompañada. Él la puede ver, porque ha dejado la puerta del despacho médico, abierta. Ahí es donde duer-
mo, sobre la camilla, durante las horas en que no hay nada qué hacer, en estas madrugadas de guardia médica.
    La chica es muy atractiva, y por eso Parlov ha dicho lo de "mami". Yo, desde la camilla donde aún yago, no alcanzo a verla pero, cuando lo haga, me voy a enterar que es la misma chica que esta mañana me había impresionado con aquella belleza, que estaba ahora  captando, al vuelo y desde lejos, mi compañero de trabajo, cuando la veía por primera vez.


Hay otro sueño recurrente en mi misma vida, ( es que, ¡es la misma, claro...! ) y este es el "bueno", de los dos a que había hecho mención antes y, así como lo he prometido, aprovecho que hoy lo he vuelto a soñar para, tal y como se me van apareciendo sus imágenes, contártelo. A ver si logro que lo cojas y, también, que te guste...
… 

(Continúa...) 






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